Alerta de contenido gatillante: en esta newsletter se utilizara lenguaje estigmatízante por literatura científica, se hablara peso en números y conductas alteradas de la alimentación. Por favor, si pensas que esto te podría afectar de alguna manera, no leas.
Cuando tenía 11 años hice mi primer dieta, la de la sopa de lechuga; muchxs sabrán de que hablo; a los 11 años la televisión, la revista Tu, mi familia, el circulo de esa Mónica niña le dejo claro de una u otra manera, que como se miraba no era “bueno” “normal”. No padecía de ninguna enfermedad (sigo sin padecer ninguna), pero si era la más grande de mi sección. A los 13 pedí de regalo un orbitrek, y no solo me dieron eso sino que mis primeras pastillas para adelgazar, las reduce fat fast que las promocionada el típico hombre cis blanco, que les dice a las mujeres como nos debíamos ver; para encajar, para ser “deseadas”.
Desde esa edad hasta los 27 (ya casi cumplo 32), no recuerdo querer más nada en la vida que querer ser delgada. Lo logre muchas veces, fui el perfecto “ejemplo de perseverancia y disciplina”, o cómo lo llamaría hoy, después de estudiar diferentes enfoques y decenas de certificaciones, el perfecto ejemplo de conductas desordenadas, alteradas y peligrosas de la alimentación, pero no importaba, yo era delgada, la gente me trataba mejor y me glorificaban y aplaudían.
Pero aquí la clave el: “Lo logre muchas veces” y de eso vamos a hablar hoy de los ciclos de peso y su efecto en la salud, específicamente en Diabetes, por ser el día mundial.
Típica historia, no? Es lunes o un año nuevo e inicias una dieta más, “la definitiva”, te restringís algunos alimentos, ignoras tus señales de hambre, moralizamos la comida, categorízamos y demonizamos alimentos etc etc ya para estos tiempo no te tengo que explicar como es. Estas motivada los primeros meses, perdes peso, con el pasar del tiempo no es sostenible, “te rendís” y te culpas a vos por falta de “disciplina”.
Las dietas para pérdida de peso son el único producto que nos venden y se culpa al consumidor cuando no funciona.
Y pasa lo que vamos a definir como “ciclos de peso” o el famoso “yo-yo dieting”: al inicio de la dieta pesabas 150 lbs, lograste bajar a 125 lbs, y al cabo de un año y “rendirte” con la dieta insostenible, pesas 165 lbs. Y así con cada dieta, “éxito” y re ganancia, tu cuerpo no sabe que la sociedad te quiere delgada, tu cuerpo solo sabe que esta pasando hambre y va a ganar unas libras de más por si ese “estado de hambruna” vuelve a ocurrir. Qué todos sabemos que lo hemos repetido hasta el cansancio. Dietas, retos, detox de todo tipo.
Pero, ¿El único problema, es que ganaste el peso perdido y más? No, a continuación la relación de los ciclos de peso y en específico diabetes:
Resistencia a la insulina:
Estudios han demostrado que las fluctuaciones en el peso corporal pueden contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina. La investigación publicada en la revista "Diabetes Care" (2006) sugiere que las variaciones en el peso, incluso dentro del rango de peso normal, pueden afectar negativamente la sensibilidad a la insulina. La resistencia a la insulina es un precursor de la diabetes tipo 2.
Aumento del riesgo de diabetes tipo 2:
Investigaciones, como el estudio Nurses' Health Study, han encontrado una asociación entre la variabilidad del peso y el aumento del riesgo de diabetes tipo 2. Un artículo publicado en "The American Journal of Epidemiology" (2017) señala que las mujeres con mayores variaciones en el peso tenían un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso después de ajustar por factores de riesgo como el índice de masa corporal (IMC) y la actividad física.
Inflamación sistémica:
La relación entre ciclos de peso e inflamación sistémica está respaldada por la investigación. Las fluctuaciones en el peso se asocian con el aumento de la producción de citocinas inflamatorias. La inflamación crónica es un componente importante en el desarrollo de la resistencia a la insulina y la diabetes. Estudios, como los publicados en "Diabetes", han examinado la conexión entre la inflamación y la patogénesis de la diabetes.
Efectos en los niveles de lípidos en sangre:
Las fluctuaciones en el peso pueden influir en los niveles de lípidos en sangre. Investigaciones como el estudio CARDIA (Coronary Artery Risk Development in Young Adults) han demostrado que las variaciones en el peso están relacionadas con cambios en los perfiles de lípidos, lo que puede aumentar el riesgo cardiovascular en personas con diabetes. Esto se respalda también en estudios como el publicado en "The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism" (2016).
Desafíos en el manejo de la diabetes:
La gestión de la diabetes implica la estabilidad en los niveles de glucosa. Las fluctuaciones en el peso pueden hacer que sea más difícil lograr este control. Un estudio en "Diabetes Care" (2013) concluyó que la variabilidad en el peso puede afectar negativamente la eficacia del control glucémico en personas con diabetes tipo 2.
En el post de hoy en mi instagram, les hable de mitos y realidades de diabetes, el mito más grande después de quitarles los carbohidratos a un diabético, es de que la pérdida de peso es el único tratamiento.
Existen estrategias nutricionales, herramientas, terapia cognitivo conductual, la entrevista motivacional. educación; todo esto ayudara al paciente a realizar cambios sostenibles, permanentes y flexibles ya que la vida no es igual siempre, si el paciente tiene las herramientas necesarias para navegar su enfermedad, sabrá que hacer y como mejorar su calidad de vida.
Si solo trabajamos con la meta de llegar a un número en la bascula ó hacer sentir vergüenza al paciente, no lograremos nada más que los pacientes dejen de asistir a la consulta por miedo y culpa. Un paciente diabético desmotivado y avergonzado es culpa de un abordaje que es todo menos integral.
Tengas o no diabetes, te invito a tener una alimentación variada y equilibrada, conductas que te aporten a mejorar tu calidad de vida, agregar actividad física para mejorar la sensibilidad a la insulina, mejorar tu movilidad, ánimo, y esto se vera diferente para cada persona, por eso la consulta debe ser individualizada.